¡Besitos de nuez! Cada vez que horneo galletas se me empieza a poner la cara azul y me salen pelos por todo el cuerpo. Creo que Barrio Sésamo nos mandaba algún mensaje subliminar que hizo que Triki se nos metiera en la piel y nos volviera monstruos de las galletas a todos. A mí, ¡seguro!
Y si fueran complicadas o trabajosas, por lo menos me daría pereza de hacerlas, pero es que para colmo, tardas veinte minutos en prepararlas, incluído el horneado, por lo que esos días que no tienes un bocado dulce después de comer (es mi hora «dulce» del día) o te invitan a comer o a café, o te vienen a casa… es irresistible pegar un salto y ponerse manos a la obra.
Y mientras se las comen, «rezo» para que no tenga que guardar ninguna… porque sé que cuando todos se vayan, me comenzará a cambiar la voz y me saldrán pelitos azules….
Cómo preparar estos Besitos de nuez, paso a paso:
Ingredientes:
- 250 g de mantequilla
- 200 g + 45 g de azúcar glass
- 1 yema de huevo
- 350 g de harina para repostería
- 1 pizca de sal
- 10 ml de licor de nuez o esencia de vainilla
- 150 g de nueces troceadas
Preparación:
- Bate la mantequillla con los 45 g de azúcar glas, hasta que balnquee y se quede muy cremosa.
- Incorpora la yema y el licor de nuez o la vainila y bate hasta que quede bien incorporada.
- Ve añadiendo la harina con la pizca de sal, y sigue batiendo. Te quedará una masa gruesa, incluso puede que queden como migas.
- Agrega las nueces troceadas y termina de mezclar.
- Enfría la masa en el frigorífico una media hora, para que se endurezca un poco.
- Precalienta el horno a 200º.
- Ve formando bolitas del tamaño de una nuez y ponlas sobre una bandeja de horno forrada con una hoja de papel de hornear.
- Hornea durante 12-15 minutos a 180º, hasta que veas que comienzan a dorarse ligeramente.
- Deja enfriar en una rejilla, y cuando estén frías, las rebozas en azúcar glass.
- A estas alturas, ya te habrás comido un par de ellas, como poco, así que el resto, resérvalas para el café.
- Las buenas lenguas dicen que aguantan bien un par de semanas en una lata hermética. No he llegado a comprobarlo…
JAjAjaja te imagino comiendo a escondidas.
Qué pinta y qué fáciles.
Que pases un buen dia
Lo peor es que ya no me escondo… Directamente acabo con ellas! jajaaja. Un besazo!
Uhmmm a escondidas me las comía yo! O mejor todavía, me las hacía sin que nadie se enterara y a disfrutar jajajaa! Porque como me las vea mi padre me las ventila 🙂 Un dulce ideal para una reunión en una tarde otoñal acompañado de un café o té! Besos
Que ricas, a mi me pasa igual, claro que las horneadas en casa no tienen nada que ver con las compradas, el olor, el sabor y el gustazo de hacerlas, todo contribuye.
Besos. Lola
Que ricas!! Ummm
Que ricas!! Ummm
Yo me llevo unos cuantos besitos… qué ricos!
besos