El potaje de lentejas que me enseñó mi madre, y que ahora les paso a mis hijas

Este es el potaje de lentejas que me enseñó mi madre, y que ahora les paso a mis hijas.

Mi hija mayor es universitaria y muchos de sus compañeros entran en este blog para buscar recetas fáciles que ellos puedan hacerse.

Y el otro día me dijo: «Mamá, me ha preguntado Luis que cómo haces tú las lentejas. ¿Las tienes en el blog?»

Pues no. No las tenía, porque a veces pensamos que hay recetas tan clásicas que todo el mundo sabe hacerlas. Y eso es lo que pasa con el potaje de lentejas.

Sé que la mayoría de vosotros las hacéis constantemente y que en cada casa se le da su toque personal, pero es cierto que muchos jóvenes (y no tan jóvenes) no las cocinan, y por eso mi receta va para ellos.

En realidad mi madre las hacía en crudo, es decir, ella ponía media cebolla en un trozo, media cabeza de ajos partida por la mitad (sin pelar) el tomate, también partido por la mitad y sin pelar, la zanahoria y alcachofas (éstas sí las troceaba) y el resto de ingredientes. Cubría con agua y ¡chup, chup!

Pero a mis hijas les gusta más con los ingredientes sofritos, aunque a mí… las de mi madre no tienen igual.

Recuerdo a mi padre y mi hermana que se las comían en puré. Mi madre con su santa paciencia, se las pasaba por el pasapurés, sólo para ellos. Y bueno… mi hija mayor también se las tritura.

Como veis, este plato tradicional es bien fácil, no se tarda tanto y es uno de los platos de cuchara que todas las semanas se repiten en muchos hogares. Y esperemos que siga siendo así.

Y como dice mi madre -«Hoy hay lentejas. Si quieres las comes, y si no, las dejas», advirtiendo que si haces esto último, te quedas sin comer.

Cómo hacer el potaje de lentejas de mi madre, paso a paso:

 

Ingredientes para cuatro personas:

  • Un puñado de lentejas por persona (entre 80 y 100 g para cada uno)
  • Un tomate
  • Media cabeza de ajos (si haces sofrito, sólo dos o tres dientes)
  • Media cebolla
  • Aceite de oliva virgen extra, para cubrir el fondo de la olla (unos 50g más o menos)
  • Dos zanahorias
  • Dos o tres alcachofas
  • Dos o tres chorizos frescos
  • Una cucharada de pimetón
  • Media cucharada de comino molido (opcional)
  • sal
  • Dos hojas de laurel
  • Una patata mediana

Preparación con sofrito:

Picamos muy fina la cebolla y el ajo

Troceamos la zanahoria en daditos o rodajas

Pelamos las alcachofas y las partimos en cuartos.

Rallamos el tomate

Cubrimos el fondo de la olla con el aceite de oliva virgen extra, y echamos la cebolla, pochándola despacito.

Añadimos el ajo machacado o muy picado, la zanahoria y las alcachofas.

Le ponemos el pimentón y le damos unas vueltas, añadiendo rápidamente el tomate rallado, para que no se nos queme.

En otro cazo aparte, ponemos agua con las lentejas, y cuando comiencen a hervir, las apartamos y escurrimos.

Las incorporamos al sofrito junto con los chorizos, y cubrimos con agua.

Le ponemos un par de hojas de laurel, y si te gusta, media cucharada de cominos (a mí me encanta).

Dejamos que se vayan haciendo lentamente y tapadas, durante unos 40 minutos.

Pasado este tiempo, pelamos y chascamos la patata y se la añadimos al potaje, dejando que siga cociendo unos 15 o 20 minutos más, hasta que esté tierna.

Cuando vayas a servirlas, bate un huevo y le añades un par de cucharadas de vinagre. Apagas el fuego de las lentejas y le vas añadiendo el huevo batido sin dejar de remover.

Preparación «en crudo»:

Ponemos las lentejas cubiertas de agua, y cuando empiezan a hervir, las apartamos, escurrimos y volvemos a cubrir con agua limpia.

Añadimos media cebolla pelada y partida por la mitad.

Partimos una cabeza de ajos sin pelar, y echamos la mitad en el puchero, junto con un tomate también partido en dos, la zanahoria pelada y en rodajas, las alcachofas limpias y en cuartos, los chorizos enteros, a los que habremos pinchado para que suelten la grasita, un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra, el pimentón, los cominos y la sal.

Dejamos que hierva a fuego lento unos cuarenta minutos, y cuando las lentejas están tiernas le ponemos la patata chascada, y dejamos otros 15 ó 20 minutos hasta que ésta se haga.

Una vez terminadas, añadimos el huevo batido con el vinagre, ya fuera del fuego y sin parar de remover ¡y listo!

A mis hijas les trituraba la cebolla y el tomate porque no les gustaba encontrarse los trozos, pero eso ya lo dejo a vuestro gusto.

 

¡Ojo! lo único que tienes que ir comprobando es que no se sequen y se peguen. Así que de vez en cuando, échales un «ojillo» y si les hace falta, añadir un poco de agua.

¡Y ya tienes listo tu potaje de lentejas!

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Porque un estudiante o un «single» no tiene por qué tirar de sólo de platos preparados. ¡QUE APROVECHE!

3 comentarios en «El potaje de lentejas que me enseñó mi madre, y que ahora les paso a mis hijas»

  1. El agua como se pone siempre fría? Cuándo le das un hervor como le pones el agua para cocerlas . Gracias

  2. ¡Buenos días! En la primera cocción, las pongo en frío, pero sólo hasta que empiecen a hervir. Verás que el agua sale con espuma y suciedad. Y también suelta parte de los componentes indigestos, los que producen gases. Después, las escurro y las echo al puchero con el resto de ingredientes, y las cubro con agua fría. Es una manera de «asustarlas». Para que no se despellejen, procura hacerlas a fuego lento y sin mover demasiado. Estoy segura que te van a salir tan o más ricas que a mí. ¡Un besazo!

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